El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria fue creado en 2008 para hacer frente a los procesos de integración de entidades financieras y para reforzar sus balances.
La mayoría de las fusiones, pero no todas, han requerido capital de este fondo para llevar a cabo su reestructuración. Por poner un ejemplo, el proceso de fusión más grande es también el que más ayudas ha solicitado, 4.465 millones de euros, pero otros procesos no han requerido ayuda alguna.
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